25 de marzo de 2019

REFLEXIONES EN VOZ ALTA DE UN PACIENTE CON CÁNCER

Vamos camino del segundo aniversario de mi relación con No Hodgkin y nuevamente   escribo unas palabras para continuar con mis reflexiones.
Comienza la historia, con una relación entre una persona y una enfermedad que comúnmente llamamos cáncer.
Unos meses antes de conocernos, mi cuerpo ya sentía algo raro, desconocido, extraño. Ante la duda, como hay que hacer siempre, acudo al médico a buscar la causa de que mi cuerpo este en un proceso de desajustes que no entiendo.
No Hodgkin, en estos momentos no quiere dar la cara y aunque me está rondando no somos capaces de verle. Pasados los meses, lo que había comenzado como un cortejo, se va convirtiendo en algo más serio y en mi cuerpo se encienden las alarmas, que indican que algo no bueno está pasando. No Hodgkin ya está dentro de mí y no precisamente para bien.
Llega el momento de dar un paso más y buscar con más decisión lo que puede estar pasando dentro de mí. Una resonancia le hace la fotografía a mi pretendiente anónimo y a partir de aquí ya empezamos a conocernos oficialmente.
De momento la relación solo es conocida por el interesado y unas pocas personas que se cuentan con los dedos de una mano.
Empieza una relación complicada, tormentosa, agitada, revuelta, dura y difícil.
Acaba de aparecer en mi vida algo muy malo y a la vez algo muy bueno. Empiezo a conocer unas ESTRELLAS que me ayudan y que están a mi lado. Sin ellas, ante No Hodgkin no eres nada. Todas estas ESTRELLAS ya forman parte de mí y con ellas he formado una CONSTELACIÓN que es más fuerte y poderosa que todos los No Hodgkin que pueda haber.
No Hodgkin ya está en mí vida y cuando no sé qué hacer, LA CONSTELACIÓN DE ESTRELLAS que está a mi lado me ayuda y GRACIAS a ellas sigo aquí.
Pasan las semanas y ya la relación no se puede ocultar, No Hodgkin se presenta en sociedad. Se hace visible con la caída del pelo, los tratamientos médicos, las secuelas que van apareciendo y esto no ha hecho más que empezar.
La lucha que comienza es dura, muy dura, pero con las ESTRELLAS de tu lado, la vida no se ha terminado y hay que seguir adelante por nosotros y por todas esas ESTRELLAS, a las que lo último que se les puede hacer, es rendirse, después de todo lo que han hecho y están haciendo, para que estemos aquí.
Pasan los meses, No Hodgkin se va ocultando a la vista de los demás. Se queda con nosotros y esas pocas personas que antes contaba con los dedos de una mano.
El pelo vuelve a salir, los tratamientos médicos ya no son tan duros y con las secuelas nos vamos acostumbrando a vivir.
Ahora, como es normal y así tiene que ser, No Hodgkin se queda solo contigo. Ha vuelto a ocultarse y cuando los demás te ven, vuelven a verte, por fuera, como eras antes de conocer a No Hodgkin.
Ya la vida por fuera parece que vuelve a la normalidad. Que bien te veo, te dicen, has tenido suerte, ahora a seguir y olvidar lo pasado, estas curado …….
Siempre se dicen las frases y los consejos con el mejor de los sentimientos y yo los agradezco, aunque lamento no compartirlos.
Yo no me veo bien por dentro, suerte es no conocer nunca al cáncer, comparto que hay que seguir, pero no puedo olvidar lo pasado. El comentario estas curado me duele un poco. Algunas veces, hay noches largas, muy largas y días nublados que no me dejan ver las ESTRELLAS. La cabeza, sobre todo cuando llega la noche, tiene vida propia y aquí No Hodgkin gana la partida. Lo bueno es que por larga que se haga la noche el tiempo no se detiene y siempre amanece y vuelve a salir el SOL.
Me viene a la mente ahora una frase hecha, que muy bien se puede aplicar a mi relación con No Hodgkin: “Para lo bueno y para lo malo y hasta que la muerte os separe”.
No siempre consigo alejar el miedo a una recaída y que la historia vuelva a la casilla de salida. Esta sensación está dentro de mí y es lo que peor llevo en estos momentos. Posiblemente, el acercarse la fecha de un aniversario, acentué la preocupación. Espero que el paso del tiempo haga que este sentimiento sea cada vez más débil.
Nunca descarto que No Hodgkin me lleve con él, es parte del equipaje que viene de serie con la enfermedad y no tengo miedo a que pase, seria terminar una relación mala y nada más. Los que se quedan a vivir y mirar para adelante, que en esta vida el final solo tiene que afectar al que se va, y en este caso, nos iríamos dos por uno, No Hodgkin y yo. Y como todos tenemos que irnos antes o después pues no pasa nada. Como no es el caso, a otra cosa mariposa.
 Mucho bueno y no tan bueno a pasado y más bueno esta por pasar y con esta filosofía de vida hay que seguir caminando que todavía quedan muchas etapas por recorrer.
El primer año fue muy complicado y duro. Ahora, en el segundo año, las secuelas me hacen afrontar la vida con un cuerpo al que de golpe le han caído diez años encima. Tengo por mi fecha de nacimiento cincuenta y siete años, casi cincuenta y ocho, con un cuerpo que no se corresponde con mi edad y no es fácil, pero hay que asumirlo. Lo más difícil es sincronizar la cabeza y el cuerpo a esa diferencia de años. Hay momentos de bajón, que algunas veces me preocupan. Pero bueno parece que puedo con ello.
Cuando necesito ayuda, que la necesito, me apoyo en la familia, los médicos, los amigos, los compañeros y la asociación ALCLES que es como un puerto que siempre está abierto para pedir ayuda cuando la tormenta arrecia. En ALCLES encuentro a personas que tienen como pareja también el cáncer, sus familiares, profesionales que te ayudan a reparar el cuerpo y también la cabeza, voluntarios que son un ejemplo a seguir, …….
Cuando miro hacia atrás, tengo que decir que este segundo año con sus subidas y bajadas es mejor que el primero y que espero que la vida continué, quedándome como estoy o un poco mejor.
Ahora mi máxima aspiración es poder seguir viviendo con mis secuelas y mis comeduras de coco. Intento que de lo malo salga algo bueno y pasar por esta vida siendo una buena persona, casi todo lo demás ya lo he conseguido en esta vida, con errores y algún acierto. Ahora toca otro momento y hay que aprovecharlo. Cometiendo los errores justos que a todos nos están permitidos y dando GRACIAS a la VIDA, coño como la canción, que nos ha dado tanto.
Con ello hay que VIVIR, con mayúsculas, como dije antes, por nosotros y por todas esas personas que están a nuestro lado.
Aquí tengo que incluir un párrafo muy especial en homenaje a mi esposa, CELE, que demuestra día a día su paciencia, su entereza y saber estar. Si compleja es una relación de pareja, imaginaros lo que es una relación de tres, CELE - ALIJA - No Hodgkin.
Deseo que mis reflexiones, sirvan en positivo, a todas las personas que como yo viven con una mala pareja, no deseada, pero que nos ha tocado y no podemos cambiar. La realidad es la que es, tenemos que asumirla, adaptarnos y mirar para adelante, porque lo contrario sería dar la batalla ganada a la pareja mala, el cáncer.

Y para finalizar quiero decir a los cuatro vientos GRACIAS ESTRELLAS sin vosotras la enfermedad me habría derrotado.
Cuando pronuncio la palabra GRACIAS se me queda pequeña para expresar mis sentimientos, habría que inventar otra palabra para agradecer momentos tan importantes en la vida.

Con todo mi corazón, que un poco también es vuestro


GRACIAS




José Alija González

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